La chica que me gusta

Posted: sábado, 14 de febrero de 2009 by FG in
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Siempre me he preguntado ¿por qué me es difícil tener una relación? Encontrarle respuesta a esta interrogante me ha sido muy difícil a lo largo de mi vida, aún ahora me es duro responderla debido a que encuentro muchos factores que pueden influir a la contestación.

Recurrentemente imagino que la dificultad que puedo encontrar en el territorio sentimental se debe mucho a algunas particularidades de mi personalidad, por ejemplo creo que los rasgos de timidez que me esfuerzo por desaparecer, no me ayudan mucho. En muchas ocasiones veo al dinero como un agente que influye mucho en este campo, lo digo porque soy de los que no lo tiene en abundancia. También sé que no tengo el perfil de un actor de cine, aunque tampoco creo ser la persona más horrenda del mundo, a modo de alucinación me gustaría convertirme en una estrella de Hollywood al menos cuando estoy con las chicas que me gustan.

Tal vez para las pocas personas que podrían tener algunos rasgos semejantes conmigo, imagino que encontrar alguna salida a la pregunta que planteé puede significar una cuestión imposible de resolver.

En la mayoría de los casos en los que quise involucrarme en una relación sentimental sentí que salía tan golpeado como Rocky Balboa después de 15 asaltos, incluso antes de comenzar. Algo que siempre comentaba con la mayoría de mis amigos, era que siempre me fijo en una mujer que está en una relación, compromiso, o saliendo con alguien. Maldigo muchas veces esa situación porque me hace sentir mal, más cuando pienso que existiendo tantas mujeres en el mundo, porque la que me gusta quiere a otro. A veces me parece que el destino se encapricha en hacerme estas jugadas que suelen lastimarme, o ¿tal vez seré yo el encaprichado?

A mi memoria vienen recuerdos de las muchas fiestas a las que asistí con mis amigos y mirábamos a todas las chicas supuestamente disponibles, como siempre las más bonitas eran y siguen siendo las más requeridas por la competencia, es decir todos los demás hombres incluyendo a mis amigos. Ha sido difícil desde mi adolescencia acercarme a una ellas, más si al después de tantos obstáculos superados (congéneres) seguía con las dudas basadas en las grandes posibilidades de que se niegue a bailar conmigo. La situación se ponía peor cuando alguien me comentaba que el tipo que la invitaba a bailar una y otra vez no era uno de esos amigos que se les pegan como chicle en toda la fiesta, sino su maldito enamorado.

Después de esas trágicas caídas nocturnas, no faltaban las conversaciones con mis compañeros sobre la desafortunada experiencia que fue para nosotros otra vez, lo único que nos quedaba era emborracharnos y decir que la reunión fue aburrida y que no había material femenino adecuado para nosotros. Es necesario decir que estas circunstancias, las cuales son abundantes en mi vida, han golpeado mucho mi autoestima la cual tengo que renovar en cada salida que tengo.

Cuando una mujer te gusta, me parece que por capricho del destino sucede constantemente que la chica nueva del barrio, la chica que recién conociste en la universidad, o la de aquella reunión familiar, después que dudaste, sufriste y resolviste todos los conflictos emocionales que pudiste tener en tu cabeza antes de hablarle, acepta y saltas en un pie de alegría, todo parece que puede resultar en una posible relación futura, la invitaste a tomar un café o a comer y resulta que justo cuando te sentías más cómodo hablando sobre cómo había sido su infancia, la miras diciéndote que desde hace dos años es enamorada de un ser indeseable parar ti desde ese momento, alguien a quien quieres matar en ese momento. Le dice pepito, según ella porque es muy tierno, y empieza a dar un discurso más largo que el de los presidentes al asumir su mandato. Ahí se tiene una oportunidad que parece un déjà vu más en tu vida, lo peor de esto es que nadie te asegura que esto no se volverá a repetirse.

De seguro muchos habrán pasado por la experiencia de ver a la chica más espectacular vista hasta ese momento, y al poco tiempo o en algunos casos instantáneamente, aparece un sujeto a quién quisieras desaparecer con tus propias manos cuando ves que la besa en tus narices. Podría asegurar que esas circunstancias empeoran cuando sientes que quien está probando esos labios con los que soñaste, ese cuerpo que te hace compañía en tus sueños triple x, es nada menos que un imbécil quien no te llega ni a los talones, ya sea porque es un idiota, fumón, vago, tarado cuatro ojos, chato escuálido, flaco repleto de acné, gordo asqueroso, en fin la lista nunca acaba.

A veces es necesario romperse la cabeza para al menos tratar de explicarse cómo ser por fin el acompañante de esa chica que tanto nos puede gustar. No creo que sea necesario rebajarse y tratar de parecerse al idiota de su pareja. Yo pienso que las características que uno busca en una mujer no salen a la luz al instante, lo malo de ésto es que demora y te arriesgas a descubrir que hay alguien más en su vida que ha llegado antes que tú. Nosotros sabemos que tenemos cualidades que podrían destacarse en nuestro medio, sólo espero que esos caracteres sean apreciados por nuestra musa, tal vez algún día.