Es muy probable que la mayoría de hombres hayan vivido la experiencia de que las mujeres que nos quitan el sueño mueran por otra persona. En ese instante es casi imposible no hacer comparaciones con uno mismo. Te puedes preguntar ¿Pero qué le ha visto? Sabiendo desde nuestro punto de vista que tú eres mejor partido que ese pelmazo por el que ella suspira.

Aunque a veces no es suficiente pensar que uno es mejor que nuestro contrincante de turno en los términos que nosotros pongamos. Digo esto porque hay que ser conscientes de que, si estás viviendo algo similar, estamos en desventaja. Es como empezar a jugar un partido de fútbol y antes de que comience te enteras de ya vas perdiendo uno o dos goles a cero. Sé que es injusto, pero el árbitro que maneja nuestra situación afectiva puede ser cruel aunque no nos parezca porque la vemos de modo distinto.

El caso más común es del amigo que se entera que su amiga por la que el muere en secreto, está loca de remate por un completo imbécil, y ella le confiesa lo que siente por él (imbécil), llora en su hombro y se hace su confidente; y el amigo no puede hacer más que escuchar o en muchos casos tirar un poco de barro con ventilador al contrincante de turno. También está la posibilidad de que la chica que te gusta no te ha dicho nada de su galán de turno y justo cuando piensas lanzarle la proposición de que ella sea más que amiga para ti, te anuncia que tiene pareja o que le gusta otro. No creo que nadie te juzgue si te caes de espaldas en ese momento.

El peor de los casos puede ser el del amigo que muere por su amiga y el idiota por el que ella muere la engañó por otra, pero ella todavía sigue pensando en él. Creo que no hay nada más doloroso, porque ella a pesar de todo lo bien que el amigo pueda tratarla, no consigue que ella sienta lo mismo que siente por su ex. Es posible que el amigo se pueda arriesgar a decirle lo que siente por ella, pero es mejor a que las aguas se calmen porque se puede ir de cara contra un muro que la referee de nuestros sentimientos, ha formado quizás momentáneamente alrededor de ella para todo hombre.

Siempre habrá casos similares en los que cuando quieres algo, el destino parece negártelo, el más difícil siempre he creído, está en el caso sentimental porque tu felicidad no depende completamente de ti. Sólo queda luchar o morir luchando, porque es peor morir de pena sin pelear.